En su afán por aceptar el regalo de Qatar, Donald Trump ha logrado una hazaña notable: unir a partidarios a uno y otro lado de la amarga división política de Estados Unidos.
El problema para la Casa Blanca es que esa unidad se está produciendo en su oposición.
Como era de esperar, los oponentes de Trump en el Partido Demócrata criticaron al presidente después de que éste indicara que aceptaría el lujoso avión.
Pero lo que es más notable –y potencialmente más preocupante para el presidente– es que algunos de sus partidarios más firmes también tienen serias reservas sobre el acuerdo, aun cuando todavía no se ha producido.
Los personajes más influyentes del movimiento Maga -Make America Great Again- calificaron el regalo qatarí como un «soborno», una estafa o un ejemplo de la corrupción de alto nivel que el propio Trump prometió erradicar.
La flota actual incluye dos aviones 747-200 que están en uso desde 1990, junto con varios 757 externos más pequeños y algo secretos.
La Casa Blanca dice que el nuevo avión, cuya remodelación y modernización podría requerir años y millones de dólares, será transferido a la biblioteca presidencial de Trump al final de su mandato.

Después de conocerse la noticia el domingo, la reacción fue feroz e inmediata.
«Creo que el término técnico es ‘sórdido'», dijo con tono serio el comentarista conservador del Daily Wire, Ben Shapiro, en su podcast.
«Se supone que Qatar no le está dando al presidente Trump un avión de US$400 millones por pura bondad», dijo. «Intentan llenarse los bolsillos con dinero a la manera bipartidista».
fuente: bbc