Más de dos horas andando para volver del trabajo tras el apagón: “Había cientos de personas esperando el autobús, así que emprendí el camino”

Riadas de gente se han echado a la calle en Madrid y otras ciudades españolas para volver a casa tras un apagón eléctrico masivo de causa aún desconocida

A las 12:30 del mediodía, millones de españoles se quedaban sin electricidad tras un apagón masivo sin precedentes en el país. Aún con la incertidumbre como leitmotiv, una gran mayoría de trabajadores no esenciales recibían las órdenes de cerrar ordenadores, dejar a medias la tarea, recoger e irse a casa. No obstante, en grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, esta travesía sería mucho más complicada de lo que ya lo es en una jornada habitual.

El apagón masivo sucedido por un fallo aún sin causa conocida de la red eléctrica en la Península ha paralizado los medios de transporte público más frecuentados, desde metros hasta tranvías, pasando por trenes de Cercanías. Solo los autobuses, a pesar de los contratiempos asociados a los semáforos inoperativos, han sido para muchos la gran vía de salvación, pues han podido seguir su recorrido habitual durante las primeras horas de apagón.

España sufre un apagón eléctricoEspaña sufre un apagón eléctrico masivo en todo el país

Tal ha sido, sin embargo, la afluencia, sumada al caos imperante en la jornada, que una gran parte de las principales paradas y estaciones de autobuses han quedado también desbordadas durante horas, llegando incluso a vivirse escenas de tensión en las puertas de los buses para la subida y bajada de pasajeros. En este escenario, para muchos ha quedado una única opción viable: caminar hasta llegar a casa.

La situación ha dejado una abrumadora imagen, la de mareas de personas que, la mayoría tras salir del trabajo pero también de jornadas lectivas y otros quehaceres, se han lanzado a las calles para hacer el recorrido que normalmente realizan en transporte público, muchas de ellas sin perder de vista el mapa que llevan en su móvil o, en el caso de aquellos sin cobertura, tratando de adivinar la ruta a la vieja usanza.

Desde pleno Gran Vía hasta su casa del barrio madrileño de Vallecas ha caminado, durante 1 hora y 55 minutos, María, en una vuelta al trabajo como nunca la había vivido. “No tengo controlados los autobuses para llegar a casa porque siempre uso cercanías o metro. Y además, viendo las filas enormes o incluso algunos autobuses que ya anunciaban que no admitían viajeros, he decidido ir dando un paseo. Prefería eso a estar esperando una hora bajo el sol sin saber cuánto iba a tardar en llegar”, cuenta tras haber llegado sana y salva a casa.