Un algoritmo de la policía española dijo que Lina solo corría un «riesgo medio». Luego fue asesinada

Su expareja la había estado amenazando en su casa, en la localidad costera española de Benalmádena. Ese día, al parecer, él le habría levantado la mano, como si fuera a pegarle.

«Había habido episodios violentos, ella estaba asustada», recuerda Daniel, el primo de Lina.

Cuando llegó a comisaría, la interrogaron y registraron su caso en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), una herramienta digital que evalúa la probabilidad de que una mujer vuelva a ser agredida por el mismo hombre.

VioGén -un sistema basado en un algoritmo- formula 35 preguntas sobre el abuso y su intensidad, el acceso del agresor a armas, su salud mental y si la mujer ha dejado, o está considerando dejar, la relación.

Luego clasifica la amenaza que enfrenta como «despreciable», «baja», «media», «alta» o «extrema».

Estas categorías se usan para tomar decisiones sobre los recursos policiales que se destinan para proteger a una mujer.

Lina fue considerada de riesgo «medio».

Pidió una orden de alejamiento en un juzgado especializado en violencia de género de Málaga, para que su ex pareja no pudiera estar en contacto con ella ni compartir su espacio de convivencia. La petición fue denegada.

«Lina quería cambiar las cerraduras de su casa, para poder vivir tranquilamente con sus hijos», dice su primo.

Tres semanas después, estaba muerta. Presuntamente, su pareja había utilizado su llave para entrar y pronto la casa estaba en llamas.

Mientras sus hijos, su madre y su expareja lograron escapar, Lina no pudo. Según la prensa local, su hijo de 11 años le dijo a la policía que fue su padre quien mató a su madre.

El cuerpo sin vida de Lina fue recuperado del interior calcinado de su vivienda. Su expareja, padre de sus tres hijos menores, fue arrestada.

Ahora, su muerte está generando interrogantes sobre VioGén y su capacidad para proteger a las mujeres en España.

Una casa blanca en una calle es acordonada con cinta policial y se dejan ofrendas florales en la puerta principal.
Pie de foto,La casa de Lina tras el incendio.

Las dudas sobre el protocolo

VioGén no predijo con precisión la amenaza que enfrentaba Lina.

Al tratarse de una mujer designada de riesgo «medio», el protocolo establece que un agente de policía designado volvería a hacer un seguimiento de ella en un plazo de 30 días.

Pero Lina estaba muerta para ese entonces. Si hubiese sido clasificada de riesgo «alto», el seguimiento policial habría tenido lugar en el plazo de una semana.

¿Habría hecho eso alguna diferencia para Lina?

Las herramientas para evaluar el riesgo de reincidencia en la violencia de género se utilizan en América del Norte y en toda Europa. En Reino Unido, algunas fuerzas policiales emplean DARA (Evaluación del Riesgo de Abuso Doméstico), que es esencialmente una lista de verificación. También se puede utilizar el DASH (Evaluación de Abuso Doméstico, Acoso, Hostigamiento y Violencia Basada en el Honor), tanto por la policía como por otros profesionales, como trabajadores sociales, para valorar el riesgo de un nuevo ataque.

Pero solo en España un algoritmo está tan profundamente integrado en la práctica policial. VioGén fue desarrollado por la policía española y académicos. Se utiliza en todo el país, excepto en el País Vasco y Cataluña (estas regiones tienen sistemas propios, aunque existe cooperación policial a nivel nacional).

Isabel Espejo mira a la cámara.
Pie de foto,La inspectora jefa Isabel Espejo considera que VioGén es una herramienta invaluable.

La jefa de la unidad de familia y mujer de la Policía Nacional en Málaga, la inspectora jefa Isabel Espejo, describe VioGén como «super importante».

«Nos ayuda a seguir el caso de cada víctima con muchísima precisión», afirma.

Sus agentes atienden un promedio de 10 denuncias de violencia de género al día. Y cada mes, VioGén clasifica a nueve o diez mujeres como de riesgo «extremo» de victimización reiterada.

Las implicaciones en términos de recursos en esos casos son enormes: protección policial las 24 horas para una mujer, hasta que sus circunstancias cambien y el riesgo disminuya. Las mujeres clasificadas con un riesgo «alto» también pueden recibir un escolta policial.

Un estudio de 2014 encontró que los agentes aceptaban la evaluación de VioGén en el 95 % de los casos.

Los críticos sugieren que la policía está delegando la toma de decisiones sobre la seguridad de las mujeres a un algoritmo.

La inspectora Espejo afirma que el cálculo del riesgo por parte del algoritmo suele ser adecuado. Pero reconoce -aunque el caso de Lina no estuviera bajo su mando- que algo falló en la evaluación de Lina.

«No voy a decir que VioGén no falla, sí falla. Pero este no fue el detonante que llevó al asesinato de esta mujer. El único culpable es quien mató a Lina. La seguridad total simplemente no existe», dice.

Sin embargo, al estar clasificada como de riesgo «medio», Lina nunca fue una prioridad para la policía.

¿Tuvo la evaluación de VioGén alguna influencia en la decisión del tribunal de negarle la orden de alejamiento contra su expareja?

La jueza María del Carmen Gutiérrez en el juzgado de violencia de género de Málaga.
Pie de foto,La jueza María del Carmen Gutiérrez en el juzgado de violencia de género de Málaga.

La «lotería del código postal»

Las autoridades judiciales no nos dieron permiso para entrevistar a la jueza que le negó a Lina una orden de alejamiento contra su expareja, una magistrada que fue atacada en redes sociales tras la muerte de mujer.

En su lugar, otra de las juezas de violencia de género de Málaga, María del Carmen Gutiérrez, nos explica, en términos generales, que para conceder una orden de este tipo se necesitan dos cosas: pruebas de un delito y una amenaza de peligro grave para la víctima.

«VioGén es uno de los elementos que utilizo para valorar ese peligro, pero está lejos de ser el único,» afirma.

A veces, dice la jueza, concede órdenes de alejamiento en casos en los que VioGén ha evaluado a una mujer con riesgo «despreciable» o «bajo».

En otras ocasiones, puede concluir que no existe un peligro real para una mujer clasificada con riesgo «medio» o «alto» de revictimización.

El Dr. Juan José Medina, criminólogo de la Universidad de Sevilla, afirma que en España existe una «lotería del código postal» para las mujeres que solicitan órdenes de alejamiento: algunas jurisdicciones tienen mucha más probabilidades de concederlas que otras.

Pero no sabemos de forma sistemática cómo influye VioGén en los tribunales o en la policía, porque no se han realizado estudios al respecto.

«¿Cómo la policía y otros actores están utilizando esta herramienta, y cómo influye en su toma de decisiones? No tenemos buenas respuestas», señala.

En el pueblo de Lina se hicieron colectas para ayudar a sus hijos, tras su asesinato.
Pie de foto,En el pueblo de Lina se hicieron colectas para ayudar a sus hijos tras su asesinato.

El Ministerio del Interior de España rara vez ha permitido que académicos accedan a los datos de VioGén. Tampoco se ha realizado una auditoría independiente del algoritmo.

Gemma Galdón, fundadora de Eticas -una organización que trabaja para analizar el impacto social y ético de la tecnología- afirma que, si no se auditan estos sistemas, no se puede saber si realmente están proporcionando protección policial a las mujeres que la necesitan.

Los ejemplos de sesgo algorítmico en otros lugares están bien documentados. En Estados Unidos, un análisis de 2016 sobre una herramienta de predicción de reincidencia encontró que los acusados negros tenían más probabilidades que sus pares blancos de ser evaluados incorrectamente como de alto riesgo de reincidencia. Al mismo tiempo, los acusados blancos tenían más probabilidades que los negros de ser clasificados erróneamente como de bajo riesgo.

En 2018, el Ministerio del Interior de España no dio luz verde a una propuesta de Eticas para realizar una auditoría interna confidencial y gratuita. Así que, en su lugar, Gemma Galdon y su equipo decidieron aplicar ingeniería inversa a VioGén y hacer una auditoría externa.

Utilizaron entrevistas con mujeres sobrevivientes de violencia de género e información disponible públicamente, incluidos datos del poder judicial sobre mujeres que, como Lina, habían sido asesinadas.

Descubrieron que, entre 2003 y 2021, 71 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas ya habían denunciado el maltrato a la policía. Aquellas registradas en el sistema VioGén fueron clasificadas con niveles de riesgo «despreciable» o «medio».

«Lo que nos gustaría saber es si se trata de tasas de error que no se pueden mitigar de ninguna manera. ¿O podríamos haber hecho algo para mejorar la forma en la que estos sistemas asignan el riesgo y proteger mejor a esas mujeres?», se pregunta Gemma Galdón.

Juan José López-Ossorio
Pie de foto,Juan José López-Ossorio está convencido de que las mujeres están más seguras con VioGén

En defensa de VioGén

El jefe de investigación sobre violencia de género del Ministerio del Interior de España, Juan José López-Ossorio, desestima la investigación de Eticas: no se realizó con datos de VioGén.

«Si no tienes acceso a los datos, ¿cómo puedes interpretarlos?», cuestiona.

Además, se muestra cauteloso ante una auditoría externa, por temor a que pueda comprometer tanto la seguridad de las mujeres cuyos casos están registrados como los procedimientos del propio sistema VioGén.

«Lo que sabemos es que, una vez que una mujer denuncia a un hombre y queda bajo protección policial, la probabilidad de que sufra más violencia se reduce sustancialmente, de eso no tenemos ninguna duda,» afirma López-Ossorio.

Desde su implementación en España, VioGén ha evolucionado. El cuestionario ha sido perfeccionado y la categoría de riesgo «despreciable» pronto será eliminada. Incluso los críticos coinciden en que tiene sentido contar con un sistema estandarizado para responder a la violencia de género.

En Benalmádena, el hogar de Lina se ha convertido en un santuario.

Se dejaron flores, velas y estampas de santos en la entrada. Un pequeño cartel pegado en la pared declaraba: Benalmádena dice no a la violencia de género. La comunidad recaudó fondos para los hijos de Lina.

Su primo, Daniel, dice que todos siguen conmocionados por la noticia de su muerte.

«La familia está destrozada, sobre todo la madre de Lina», sostiene.

«Tiene 82 años. No creo que haya nada más triste que perder a tu hija a manos de un agresor, y de una forma que podría haberse evitado. Los niños siguen en estado de shock, van a necesitar mucha ayuda psicológica».

fuente: bbc